La conducta asertiva implica la expresión directa de los propios sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas. El mensaje básico de la aserción es: Esto es lo que yo pienso, esto es lo que yo siento. Así es como veo la situación. El mensaje expresa “quien es la persona” y se dice sin dominar, humillar o degradar al otro individuo.
La aserción implica respeto –no servilismo-. El servilismo consiste en actuar de manera servil como si la otra persona estuviera en lo cierto, o mejor simplemente porque la otra persona es mayor, más poderosa, con más experiencia o con más conocimientos o es de una raza o sexo diferentes. Hay dos clases de respeto implicadas: el respeto hacia uno mismo, es decir, el expresar las necesidades propias y defender los propios derechos, así como el respeto hacia los derechos y necesidades de la otra persona.
El objetivo de la asertividad es la comunicación y el tener y conseguir respeto. Pedir juego limpio y dejar abierto el camino para el compromiso cuando se enfrenten las necesidades y derechos de dos personas. En estos compromisos, ninguna persona sacrifica su integridad básica y los dos consiguen que se satisfagan algunas de sus necesidades.
La conducta asertiva está planeada principalmente para permitir a un individuo obtener lo que él /ella quiere. Como acabamos de señalar, su propósito es la comunicación clara, directa y no ofensiva de las propias necesidades, opiniones, etc. Hasta el grado en que se cumpla esto, la probabilidad de lograr los propios objetivos sin negar los derechos de los demás es mayor.
La conducta asertiva en una situación no siempre tiene como resultado la ausencia de conflicto entre las dos partes. La ausencia total de conflicto es con frecuencia imposible. Hay ciertas situaciones en las que la conducta asertiva es apropiada y deseable pero puede causar molestia a la otra persona.
Por ejemplo, el devolver una mercancía o producto defectuoso al dependiente de una tienda de una manera asertiva –o quizá de cualquier otra- puede o no ser recibido de forma amigable.
El individuo que se comporta de forma asertiva suele defenderse bien en sus derechos interpersonales, está satisfecho de su vida social y tiene confianza en sí mismo par cambiar cuando necesite hacerlo. Fundamentalmente para comportarse asertivamente es necesario el darse cuenta de sí mismo y del contexto que le rodea. El darse cuenta sobre uno mismo consiste en “mirar dentro” para saber lo que quiere antes de mirar a su alrededor para ver como lo hemos señalado anteriormente, una vez que el individuo sabe lo que quiere, tiene que considerar las consecuencias de su conducta a corto y largo plazo y respetar los derechos de los demás.
Autor: Juan José Hernández Lira
También te recomiendo leer:
1 Trackback / Pingback
Comments are closed.